En esta serie tomada en los senderos que recorres día a día donde no vas solo, es el mismo camino que usan otros sujetos para caminar, correr, ir al trabajo, existen estas flores marchitas, o resplandeciente pero insignificantes para todos, tratamos de jugar con el desenfoque y la profundidad de campo para lograr destacar sentimientos de espacio, de la tranquilidad que brinda la soledad en momentos de decadencia de nuestra personalidad, donde necesitamos esa meditación zen, hacernos invisibles aun estando presente en ese camino, camino que recorres todos los días buscando aquello, aquello que no sabes que es, pero es lo que quieres.